El latón pulido ofrece un acabado mate ligeramente desgastado con reflejos suaves y sin brillo intenso. Conseguido mediante un proceso de pulido con pequeñas cuentas de cerámica, la superficie se desgasta sutilmente para reducir la reflectividad, conservando al mismo tiempo los ricos tonos dorados del latón macizo. Como todos nuestros acabados, se deja sin lacar y evolucionará con el tiempo, adaptándose al tacto, el agua y el entorno. El resultado es un acabado discreto y con carácter, con una suavidad inmediata, ideal para quienes buscan una alternativa más discreta al latón pulido.

Cómo envejecerá:
El latón pulido, que se entrega con una ligera capa de cera natural, seguirá cambiando una vez instalado. La superficie puede oscurecerse ligeramente, revelar tonos más cálidos y presentar sutiles variaciones en las zonas de mayor contacto. La pátina se irá acumulando gradualmente, aportando profundidad y personalidad al material.

Después de la instalación:
Recomendamos volver a aplicar una capa de cera después de la instalación para reducir la exposición a la humedad y los residuos durante el uso inicial. Esto ayuda a mantener un tono uniforme y permite que el acabado se desarrolle de forma natural.