El níquel pulido ofrece un acabado brillante y reflectante con un matiz suave y cálido, ofreciendo una alternativa más tradicional al cromo pulido. Su superficie altamente pulida aporta una sensación de sofisticación, convirtiéndolo en una opción versátil para interiores modernos y clásicos. Con el tiempo, este acabado sin lacar se integra con el entorno, desarrollando una sutil pátina que suaviza su brillo y realza su textura. Su estética combina a la perfección con cocinas, baños y otros espacios de alta gama que buscan un acabado metálico atemporal.

Cómo envejecerá: La superficie desarrollará gradualmente una pátina, suavizando su calidad reflectante y agregando textura.